Lamentamos no poder dar a conocer el nombre de este sujeto del cual hablaremos en el posteo, pero seria lo correcto guardarnos cierta información. Le pondremos de apodo "Alfonsito" por su gran fanatismo al ex-presidente, y recientemente difunto Raúl Alfonsín.
Alfonsito era un muchacho un tanto atípico. Prefería presenciar un acto electoral, a un partido de futbol, o ir a una marcha radical en ves de salir al boliche.
Quizás fue la importancia que le dio su padre a la política, la cual se encuentra muy inculcada en el, a pesar de su corta edad.
Era curiosa su forma de ver las cosas con tan solo 16 años. Varios amigos suyos se preguntaban porque esa forma de actuar. Alfonsito, solía exaltarse por cosas que solo a el lo pondrían nervioso. Como aquella vez, que iba junto a sus amigos caminando por el centro de la ciudad, mientras divisaban unas hermosas casas. Todos realizaban comentarios como "Que copada esa casa" o "Como me gustaría vivir en una casa así".
Mientras que nuestro amigo Alfonsito, se quejaba con bronca: "Si, serán muy lindas, pero seguro que no tiene WII, además esa casa tendría que ser mía, esto es culpa del gobierno, si estuvieran los radicales todos vivirían excelente, y yo mucho mejor, en este gobiernos son todos ladrones, aguante yo, Alfonsín y Martín Lastreto"
Este muchachito era muy carismático, de personalidad muy fuerte, y por eso, muy querido en su grupo de amigos. Pero Alfonsito necesitaba un complemento para su vida, ya que muchos de sus amigos solían decirle que debía dedicarse a un deporte, y dejar un poco los discursos políticos.
En un recreo salto la duda. "Alfonsito, porque no empezas futbol?" le dijo uno de sus amigos. A lo que el respondió: "vos decís? no tengo mucha puntería". Y eso era verdad. A los 5 segundos de ese corto (pero importante a la larga) dialogo, una pelota que provenía del partido que se encontraban jugando los niños de primaria, llego hacia el. "Pasaaaala" le gritaban desaforado los pequeños. Pero alguien de atrás le advirtió: "Guarda con la profesora". Alfonsito se dispuso a patear el balon, y con su pierna derecha lo impacto con todas sus fuerzas. La dirección de esta parecía estar dada por un pie deforme con forma de banana, ya que doblo en el aire, recorrió 5 mts, y golpeo fuertemente en la cara de una profesora que inocentemente miraba a los pajaritos. Realmente, mucha falta de puntería.
Si, era asi. Alfonsito sufria la escasez de habilidad para los deportes. Pero tenia una sobredosis de orgullo y soberbia, la cual se expresaba en tan grande cantidad, que terminaba convenciéndose a si mismo que podia dejar de ser la “ojota” del grupo y pasar a formar parte protagónica de las conversaciones del picadito del domingo. Asi como lo leen, Alfonsito moribundeaba en los huracanados vientos de la pelotudez, creyendo que algún día podia lograrlo.
Ni el mas optimista, ni Guillermo Cherasny que creia poder ganar las elecciones, confiaba en este sujeto cuyo pelo poseia una extraña forma de gato, o “Alejandra Pradon” como quieran llamar al felino domesticado.
Y es que no, ¿Quién iba a ser el inculto que siga la idea descabellada de hundirse con el barco de Alfonsito cuando exponga su persona al ridículo? Si señores. Esa persona que acompañaría a Alfonsito al final de su declive existiría. Y ¿Quién sino? ¿Quién sino el? Su estrella, su luz, su modelo a seguir, el angelito que lo alumbra del cielo. El mismísimo Raúl Alfonsín le brindaría su apoyo en uno de sus profundos sueños, así como la madre María se le presento en el sueño a Juan Bosco, el emblema del movimiento radical lo haría en el de Alfonsito.
Siguiendo el consejo de su mandamás, Alfonsito decidió alistarse en un equipo interbarrios, llamado La Nueva Era. Si, la nueva era de hielo, era tal la desesperación de este equipo para salir de la línea roja de los promedios, que acepto a este individuo, cuyo único don para jugar al deporte mas lindo del mundo, era su metro ochenta de altura.
El talentoso técnico, cuya frase de cabecera era “con jugadores pelotudos no hay táctica que valga” (y era verdad por que el en realidad era talentoso), decidió jugársela por un Alfonsito nueve de área, será por que buscaba en el un nuevo Palermo, el nuevo Huntellar. ¿Quién sabe por que? La respuesta es fácil: faltaba uno para completar el once inicial.
El partido comenzaba, todos sus sueños comenzaban a girar, tal como la redonda lo hacia por el duro suelo cubierto de tierra del complejo “Jorge Angulo” que se ubica al lado de la tan querida por el tinte turístico que le da a la ciudad, planta potabilizadora. Resulta que Alfonsito esperaba ansioso su primera oportunidad de concretar, la cual le llego a los 10 minutos de juego, cuando “el Turco” lo deja solo con el arco, solo restaba empujarla, pero su pie abananado le jugo una muy mala pasada, desviando su remate sutil contra el palo, haciendo que la redonda rebote e impacte de lleno contra su rostro, provocándole fractura expuesta de tabique, si, de tabique. Resulto ser tanta la mala suerte de Alfonsito que los médicos especializados en el tema decidieron recomendarle 5 años de inactividad y otros 3 de kinesiología, lo que corto por completo la carrera futbolística de nuestro amigo.
Historia de finales tristes si los hay, quien puede animarse a decir cual hubiera sido el desenlace de este astro que recién se iniciaba en el arte de convertir goles. ¿Habría sido el, el nuevo Ronaldo de las redes interbarriales? Nadie lo puede saber, lo que si es una certeza, es que como jugador, Alfonsito habría sido el mejor…. político, claro está.
Foto1: Momento preciso en el que la pelota impacta en la cara de Alfonsito.
Foto2: Retrato de nuestro amigo, actualmente en recuperacion, como pueden observar.
Cuidadoconlabombilla
paso de nuevo! muy bueno el complejo jorge angulo! jajajaj esta volviendo de BS AS ahora ;)
ResponderEliminarun abrazo amigos sigan asi!
pelaa
Muy , muy bueno quedo compañero. Excelente final.
ResponderEliminarCCLB !